12/12/16

¿Qué coño le pasa a este mundo?

 ¿Qué coño le pasa a este mundo?
Sí, lo habéis oído bien, esa es mi duda, eso es lo que me pregunto, así, tal cuál, hablando en plata y llenándome la boca de... Bueno tampoco hay porque ser tan soez. El caso es que no pienso andarme con florituras, estoy cabreado, hasta las "narices", por no hacer alarde y referencia de la esferitud o densidad velluda de ciertas partes de mi fisionomía. En definitiva harto.
¿Y qué me tiene así? Tan irascible, tan aborrecido, tan virulento, tan rabioso, tan soberanamente (hasta las pelotas) hastiado. Algo que llevo viendo desde hace bastante tiempo. Algo que se ha convertido en una realidad en los tiempos que vivimos.
La gente, las personas, individuos e individuas de nuestra sociedad, compañeros, compañeras, amigos, amigas y familiares. Gente que conocemos, de todas las clases, sexos, y condiciones, con la que convivimos, que nos despierta simpatía y cariño. Haciendo daño.
¿Haciendo daño? Haciendo daño, sí.
¿Por qué demonios somos tan virulentos/as? ¿Por qué avanzamos pisando a quien sea y como sea? ¿Despreciando, faltando, ofendiendo, aplastando y menospreciando? ¿Por qué las personas hemos dejado de ayudarnos, de hacer piña, de buscar algo en común y buscar un objetivos que en mayor o menos medida nos beneficie a todos?

¿O es que acaso nunca hemos tenido eso, la honradez, o el sentido común mejor dicho, suficiente para comportarnos de una forma civilizada y ética?
Es que, es de vergüenza. Ver como la gente paga sus frustraciones, sus miedos, su dolor, intentando aplastar a quien se ponga a tiro. No se trata de un idílico ideal, el respeto, que se cumple, que se sigue, porque es lo que hay que hacer, porque desde pequeños nos han dicho que eso se hace, y se hace, porque sí. Si pusiéramos un poquito de inteligencia en lo que hacemos, en como somos, como nos comportamos, y como tratamos al resto, nos daríamos cuenta que si en vez de ir jodiendo, ponemos un poquito de lo mejor de nosotros y de nosotras, otras personas también lo harán. Y no iremos todos a joder, a ver quien es el más cabrón o la más cabrona.
Aunque realmente, el hecho de que tengamos que darnos cuenta todos de que el estilo hostil e "hijoputista" que, en general, hemos adoptado todos, dice mucho de nosotros. Dice mucho de nuestra sociedad. Dice mucho de como estamos y hacia donde vamos.
Quizás es culpa de la educación. No de la que recibimos, sino de la falta de educación que tenemos todos, como individuos honrados y cívicos, que se supone que deberíamos ser. Aunque quizás también la educación que recibimos o el como la recibimos. No voy a entrar en si el problema se da en la educación estatal, en la educación en el hogar o si en la información a la que nos vemos expuestos desde que venimos a este mundo.
Pero desde luego hay un (puto) grave problema, muy gordo en nosotros, y no es ninguna locura que esté es una degeneración de algún fallo en la formación que recibimos para ser ciudadanos adultos, honrados y críticos.
En algún sitio o momento no nos inculcan los valores necesarios, o bien nos inculcan unos valores equivocados.
Y no es de extrañar, yo soy una persona joven, e intento ser crítica, y podría ponerme a rajar de la gente mayor que yo, que tiene el país como lo tiene, y puede que tengan parte de culpa, pero las carencias éticas que reconozco en ellas, también las reconozco en gente más joven que ellos, de mi edad y más pequeños.
Y nos escandalizamos, todos, sobre todo la gente que se considera ya tan madura que no necesita de aprender nada más, cuando vemos que en las nuevas generaciones, en las que están formándose hay conductas del todo inapropiadas, avergonzantes y negativas. De repente sale en las noticias un caso de Buying, de acoso y de abuso y nos llevamos las manos a la cabeza, como si necesitáramos que alguien le de tanta caña a un niño o una niña en el colegio u otro centro educativo, como para salir en las noticias, a fin de que nos demos cuenta del problema que se nos viene encima. Que falsos somos, joder.
Ya había ese bullyng, ese abuso y ese acoso cuando yo era muy crío, yo ya fui espectador de él y víctima. No es nada nuevo, así que en vez de sorprendernos, deberíamos actuar, cambiarlo.
Supongo que el problema es que la mayoría de la gente, o por lo menos la suficiente, no desea cambiar o detener esto. No porque posean malicia, sino porque les da igual, o quien sabe, quizás sea también una alta dosis de malicia. Ya me lo espero todo. Porque si todos tuviéramos ese sentido común que en general parece que hemos perdido, y quisiéramos cambiarlo, se cambiaría, (echando hostias) rápidamente, además.
Pero preferimos mirar a otro lado, pasar, porque el problema no es nuestro, es de otro, y lamentarnos cuando oímos esta clase de noticias que hablan de la clase de sociedad que tenemos, eso sí, cuando hay mucha gente delante, para seguir con esa humanidad de postureo que tanto se lleva últimamente. Con eso y echar la culpa de todo a los profesores, profesionales y otras gentes que tienen parte de responsabilidad en esos temas, con eso ya lo hemos hecho todo, la culpa es de otro y el problema también es de otro, nosotros a lo nuestro.
Nos da igual que se siga alimentando esta maquina que en algún momento nefasto vio la luz y que funciona metiendo gente sin educación por un lado y sacando víctimas y agresores por el otro. Cuando son jóvenes, en colegios, centros de estudio y demás, como bullers, matones/as, marginados/as, y acosados/as. Y cuando son más mayores, como agresores/as, maltratadores/as, violadores/as, y manipuladores/as sin ningún escrúpulo que se sirven de víctimas, de personas inocentes, a las que arrancan aquello que quieren y las pisotean como si quisieran romperlas y dejarlas rotas para toda la vida.
Aunque tampoco nos hagamos los tontos, y pequeños de inocentes diciendo que en el caso del bullyng escolar, los profesores y padres no tienen nada de culpa. Porque tú, como padre, sabes si estás educando a un puto degenerado o degenerada que se jacta de que se la está liando parda al niño nuevo, raro, o de otra raza, etnia, o clase. Sabes que educación le estás dando y sabes si eso lo está convirtiendo en una persona humana, o en una especie de depredador, abusón o simplemente cobarde que saca valor de darle caña a los que son más débiles por no tener la malicia que él o ella tiene.
Y eso sin hablar de los profesores y profesoras. Joder, yo también he sido estudiante. Y recuerdo a mis profesores, no creo que muchas cosas hayan cambiado, pero aún recuerdo como algunos profesores, miraban a otro lado, porque, claro, era un follón de la hostia parar ciertas cosas a tiempo, incompatible con su cómodo estilo de vida que consistía en llegar, mandar leer, subrayar o estudiar tales páginas, llenar la agenda de deberes, y ponerse a tocarse (los cojones) las narices. O que como buen/a inútil, empezaba el acoso, el bullyng cuando se reía o ridiculizaba a ese alumno un poco distinto que se sentaba solo, para reforzar su autoridad delante del resto de su clase, porque como era un o una gilipollas desprovisto de todo ingenio, no sabía hacerlo de una forma más pedagógica o recomendable. Porque eso nunca se dice, y no es que todos los profesores y maestros, profesionales de la enseñanza sean así, pero si es verdad que hay mucho, y mucha inútil, que ahí no pinta nada, y que por no tener, no tiene ni la vocación necesaria para estar en ese puesto.
Yo he sido testigo de eso, yo he sido testigo de como un profesor le metía caña al rarito, por ser rarito y porque no había traído los deberes, o no iba al mismo ritmo que el resto de la clase, que no entendía todo, o que se equivocaba con ciertas lecciones. Porque claro, hoy día o encajas y eres un producto igual al resto de tus compañeros, o eres el enemigo a abatir, así, muchas veces está configurada nuestra educación.
Y claro como resultado de una sociedad que se lava las manos en todo y que va a lo suyo, que no tiene valores y que se divide en los que pegan y los que reciben, tenemos una ciudadanía que en general hace daño, que hace daño, agrede y aplasta como el que respira, come o duerme. Una sociedad de gente que hace daño, sin cesar, sin parar, sin reconocerlo, pero alimentándose de aquello que consigue en el proceso, por mórbido o horrible que sea.
Realmente hoy, ahora mismo, mientras escribo estas palabras, estoy desengañado y desilusionado de mis congéneres, no soy especial, ni distinto, supongo, aquí estamos condenados todos y damos asco todos, no os equivoquéis.
Aunque me gustaría pensar, y cada día busco toda la fuerza que hay en mí, para creerlo, que simplemente es un bache, que no somos así, que sólo es una minoría que hace más ruido que una sociedad que en general es buena, educada, responsable y crítica pero que por algún motivo está adormecida.
En fin, querido y leal lector. Espero que seas de la clase de persona que con su simple existencia y actitud me lleva la contraria, en todas y cada una de las premisas que acabo de exponer. Que seas bueno y todo lo que necesitas ser para ser un individuo honrado y cívico. Y si no lo eres, si eres la clase de persona que acabo de describir, solo te digo, que todavía puedes cambiar, que todos lo podemos hacer y todos podemos equivocarnos y reconducirnos, pero hay que hacerlo, así que por favor, si eres así, cambia. No por ti, ni por mí, sino por nuestro futuro, como humano te lo pido, porque con ese tipo de conducta estamos condenados, y encima, nos mereceremos esa condena.

Un placer escribiros, lectores, como siempre.  

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