Hoy os vengo a contar, a hablar... De un fenómeno inexplicable. De
un fenómeno, que lleva tiempo teniendo lugar en nuestro mundo y que,
ni el hombre, ni la ciencia, ni la religión, son capaces de
explicar. Sí amigos, hoy os voy a hablar del desastre que me hacen
en la cabeza cada vez que me voy a cortar el pelo.
Veréis yo soy un hombre sencillo, de gustos sencillos, de cosas
sencillas, y por lo tanto, mi corte de pelo es sencillo, o al menos
así lo pido y así intento que me lo hagan ¡Pues no hay manera! Yo
me siento en la silla mefistofélica del peluquero, ese artilugio
atroz que parece que sirve para tumbar a un ser hecho de partes de
personas muertas y darle vida con un rayo que caiga del techo.
Como decía, yo me siento en ese trono de la vergüenza, y pido algo
muy sencillo:
"Córtamelo al dos por los lados y la nuca, y por arriba, me lo
dejas un poco más largo, al dos y medio, para no parecer una bola
ocho. Pero sin tupés ni cosas raras. Quiero que me lo cortes en plan
cuadrado, vamos, a lo militar."
Bueno, pues con estas sencillas instrucciones... Hasta ahora, en mis
dos décadas de vida, no han conseguido córtamelo como yo quiero.
Eso ha dado lugar a que lo llevara largo, asustado de las atrocidades
cometidas contra mi masa capilar, a que llevara coleta y una vez a
que me lo rapase al cero, sabedor así de que al menos, la barbaridad
cometida en mi pelo, sería cosa mía, y no de un peluquero que no
sabe cortarlo como a mí me gusta. Y os voy a ser franco. A día de
hoy sólo una persona me lo ha cortado como me gusta. Mi mami.
Coñas marineras a parte, os contaré cómo acabaron los dos últimos
"pelados". El último, tras pedirle eso, la chica me empezó
a cortar el pelo. Hay una cosa que debéis saber, por algún motivo,
mi percepción no es capaz de discernir cuando me están cortando el
pelo, si lo hacen bien o mal. No se si es porqué al tenerlo mojado
(mojan el pelo para que sea más fácil cortarlo, como todos sabemos)
no veo bien cómo me está quedando, no se si es por no llevar gafas
cuando lo hacen, no se bien porqué, pero no hay manera, así que
quizás también yo tenga parte de responsabilidad en estos
desastres.
Tras el último corte de pelo, cuando la chica terminó y yo me mire,
vi... Era... Era atroz. Mi corte cuadrado, se convirtió en lo
siguiente. Básicamente, era una bola ocho, y por arriba, por donde
había pedido que me lo dejaran más largo, me dejaron el flequillo
un par de dedos más largo, y hacía arriba. Así que básicamente me
quede con aspecto de una bola ocho, pero eso si, con visera. Os
podéis imaginar el cachondeo que prosiguió a esos días, ya sabéis
que quien más os quiera, más caña y más coña va a meter y hacer
en estás circunstancias. Cierta persona me llamó "pollo sin
cabeza". No entiendo bien el apelativo, pero oye, original era.
Venga, pongámonos serios. ¿Creíais que lo peor ya estaba visto?
Inocentes... Aún hay más.
El anterior corte de pelo a ese, no sé si es que yo me expliqué
mal, si es que, me entendieron mal, no lo sé. Pero me cortaron el
pelo, y la parte de arriba, me la dejaron más larga, y cortada...
Para hacerme tupé. Si, como lo oís, me debieron ver ganas de ser el
rey del rock, o algo así, yo ese día, para mi vergüenza salí de
la peluquería con tupé. No sé cómo cojones me debió entender "el
maestro" para hacerme ese crimen. Obviamente, a mi no me gustaba
y por lo tanto no me engominaba para hacerme el tupé. Así que esa
masa de pelo, libre e imbatible, sin gomina... Acabo pareciendo una
piña. ¿Sabéis como son las hojas de una piña? Pues así, llevaba
el pelo muy corto por los lados y por atrás, y en la parte de
arriba, parecía un puta piña.
Con mi edad, ya no soy un niño, me da corte decirle a mi querida
progenitora que me arregle esos desastres, o que me corte ella el
pelo, ya no soy un niño para que eso tenga lugar... Pero es que los
desastres que me hacen en la cabeza son increíbles. La cosa es que
tengo el pelo ya largo, y debiera cortármelo... Y estoy empezando a
sentir temor de tal situación... ¿Cuál será la sorpresa esta vez?
¿Conseguiré por fin el corte que deseo? ¿Tiene mi pelo alguna
dificultad para que siempre tengan lugar estos desastres? Os morís
por verlo, ¿verdad? Sois crueles. En fin, esta es mi historia,
inexplicable y absurda. Veremos a ver que pasa en la próxima
ocasión.