5/9/16

La vida de un mediocre.


Atrapado. Atrapado en las consecuencias de mis acciones, en los días que pasan, en la vida que me toca vivir. Atrapado en mi pasado, atrapado en mi presente y atrapado en mi futuro, así me siento, atrapado. Atrapado en la monotonía, en el aburrimiento, en la desesperada calma de mi vida, del día a día, atrapado en las noches que no duermo por no sentir nada nuevo, en los largos días que pasan cansado de la falta de expectativas, de la falta de sueños, emociones, aventuras y sorpresas.



 Atrapado en la normalidad, en lo que  encaja, en la maquinaria de lo que está bien y no debe cambiar. Atrapado en algo que no quiero, que no he elegido, que no he deseado. Atrapado en una vida fruto de las decisiones que tome pensando "esto me conviene más".
Atrapado en el resultado de ser cauto, atrapado en el resultado de ser sabio, de escoger bien y de no arriesgar. Atrapado en una vida en la que no corro riesgos ni nunca los he corrido, atrapado en una vida en la que nunca me he metido en problemas ni me meteré. Atrapado en escoger la seguridad en vez de la pasión, la calma en vez de los celos, el miedo y la locura. Atrapado en una vida sin amor, en un trabajo normal dentro de un cubículo que es igual a todos los de mi oficina, los de mi planta y los de todo el edificio en el que trabajo. Atrapado en una vida social basada en amistades vacías con compañeros de trabajo a los que ni importo, ni me importan. Atrapado en la cárcel de conocer a gente normal, gente a la que sólo se les puede diferenciar por rasgos físicos, un tono de voz distinto, o un par de detalles más.
Atrapado en una camisa blanca con una corbata azul los martes miércoles y jueves. Y una camisa blanca con una corbata azul claro los lunes, viernes y sábados, y el domingo un chándal de estar por casa para ver el fútbol con una cerveza asquerosa en la mano. Atrapado en la mediocridad del conformismo, atrapado en el no destacar, atrapado en el seguir una corriente y no intentar sobresalir desde que era un niño. Atrapado en lo normal, atrapado en la seguridad que da no ser nadie especial, no arriesgarse a ser mal calificado por los que están dentro de mi piña de normalidad, aquellos, que asqueados de su existencia común y nada más, criticaban a los demás, a aquellos que sobresalían, a aquellos que eran diferentes, aquellos que no quería seguir lo normal.
Atrapado, día a día, trabajo, casa y familia, todo tranquilo, todo idéntico, todo monótono, como un bucle, que se repite sin cesar. Atrapado, incluso, con los que se conformaron a ser normales dentro de lo anormal, aquellos que no eran distintos a los demás aunque el conjunto de su grupo intentara destacar, intentara sobresalir, no ser normal, pero al final todos eran clones que pensaban igual, con ropa distinta con estilos diferentes a los de los demás, pero en el fondo sólo eran clones que vestían y se comportaban distinto, pero entre ellos, igual.

2 comentarios:

  1. Que dura se escucha la palabra "atrapado", me gusta como la dice y como te va encerrando más cada vez que se repite y te describe, o a tu entorno, y te va dando claustrofobia de pensar que de verdad no hay salida de ese bucle: "trabajo, casa, familia". Que deprimente pensar que quedé atrapado por la mima vida que tanto luché por conseguir, por el trabajo que me esforcé por encontrar, por la familia que soñé con tener.

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    1. ¡Gracias por tu comentario! Si deseas disfrutar de más relatos, no pierdas detalle, subscribiéndote a nuestro blog. ¡Un saludo y gracias!

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