10/5/16

Sin Manada



 Ahora yazco aquí, casi desangrado. No sé si podré superar estas heridas, hay lecciones que hay que aprender a las malas. Tiré de ellos, de todos los que pude, ahora estoy sólo. Siempre tuve fuerzas, hasta que una persona en concreto las menguó, hasta dejarme sin ellas. Ahora estoy aquí, tirado, moribundo y sólo, aterrorizado, porque no decirlo.
Supongo que siempre estamos solos, que tener una manada es la excepción. Supongo que de eso se trata, que si fuera fácil encontrarla no tendría mérito o interés el tener una manada. Supongo que debo seguir buscando, si salgo de ésta.
"Al final descubres que estás sólo, y nadie va a venir a rescatarte". Supongo que es verdad. Cuando me lo dijo, me entró en la cabeza, estamos solos. Da igual las circunstancias, da igual las consecuencias, lo pasado, lo vivido, estamos solos.
¿Qué debo hacer? Me siento perdido. Veo difícil salir de ésta, pero... ¿Y si salgo? ¿Qué debo hacer en tales circunstancias? Siempre intenté no estarlo, buscar a la gente y tirar de ella, sacarles del fango, aunque eso me hundiera en el mismo. No sé qué debo hacer, estoy completamente perdido.
¿Y si se tratará de sobrevivir sólo? Y si se trata de seguir adelante, sólo, como sea. Pero seguir adelante, no dejarse hundir en el fango, y que cada uno recorra su camino, que cada uno sea consecuente con sus actos, decisiones y fantasmas propios, yo tengo los míos, ¿si yo debo sobre ponerme porque el resto no? Es lógico. Que cada uno tire de su propio yo. La moral, el deber, lo que demonios sea, al final me empujará a tirar de otros. Pero ese no debería ser mi fin. Si puedo, porque no hacerlo, pero no centrar mi camino en ayudar a otros a recorrer el suyo. ¿Se trata de eso? De viajar de esa forma. ¿Encontraré al final una manada? ¿Será mi premio por haber terminado el recorrido, por haber llegado antes? Viajar sin lastre. Lo siento, no veo que eso sea para mí, es decir, es cruel, asqueroso, repugnante, al menos a mi modo de ver. ¿Eso me convierte en un blando? Puede ser.
Pero tampoco tengo más opciones. Ahora estoy derribado, sangrando, por intentar hacer las cosas a mi modo. Así que venga, va, acepto las reglas del juego.
Dentro de lo que cabe, las instrucciones son sencillas. Termina tu recorrido. Estás sólo, lo que quiere decir que ni esperes ayuda, ni tampoco te sientas obligado a darla. Estás sólo y nadie va a venir a ayudarte, eres tú, sólo, todo lo que pase, lo que logres y pierdas será cosa tuya. Si haces memoria verás que cada pequeña lección de tu vida iba encaminada a enseñarte a recorrer el camino. Se trata de sobrevivir, no de vivir. Estás sólo, sigue adelante. Si eres estúpido y tienes algunos valores, verás a gente que se haya rendido, que esté a punto. Sí, claro. Puedes tirar de ellos, recorrer una parte de su camino con ellos, ayudarles. Pero te arriesgas a acabar de nuevo cómo estás ahora. Sólo, derribado, herido, cansado, decepcionado. Vas a recorrer éste camino sólo, tenlo claro. Y no te va ayudar el tirar de nadie. Eso ya lo sabes. ¿Encontrar tu manada? Bueno quizás algún día. No hay ninguna garantía de ello. Quizás la encuentres pese a todo, o quizás no, pese a todo también. Que tires de otros no garantiza que la encuentres, nada lo garantiza, si la encuentras será fruto de la casualidad.
Ya sabes cual es la misión, cuál es la forma de cumplirla. Qué puedes esperar del camino. Recuerda, se trata de sobrevivir, no de vivir. Ahora, tapa tus heridas, levántate y sigue andando, si tienes valor, fuerza, voluntad... Quizás consigas recuperar el ritmo.

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