1/7/17

Amor moribundo.

 Siento decir esto... Pero me encuentro en mis últimos momentos, noto como mi cuerpo pierde calor a pasos agigantados, pero yo en cambio no siento frío, sólo un malestar creciente, una falta de fuerzas que parece devorarme, y un cansancio que parece estar disolviendo por completo mi consciencia.
Es el momento de que escriba algo que te haga saber todo lo que no podré decirte cuando me vaya. Deberás perdonar si las letras de esta carta en algún momento se tornan ilegibles, pues mi pulso empieza a temblar prueba de que mi coordinación se empieza a debilitar. Dentro de poco feneceré.
Sería inútil decirte que no estés triste, si esto no te fuera poner triste significaría que no tendrías el sentimiento que has demostrado tener, acompañándome ahora en estas, las que son mis horas más bajas.
Has cambiado algo con tu cariño, con tu cuidado, con tu compañía, has cambiado algo en mi interior, para mejor. Me has dado paz, me has dado fuerza, moral suficiente para afrontar este estado, esta situación. Me has dado la capacidad, para aguantarla y para afrontar la última transición de mi vida.
Te he amado más de lo inimaginable. Y te he dado todo lo que podía albergar dentro de mí. He procurado ser lo mejor de mi mismo, crear lo mejor, para dártelo, he procurado que todo en mí, cada partícula de mi ser, se dedicara a amarte, que desde el compás de mis latidos, hasta mis miradas y caricias, te dijeran "te quiero". Estoy en el final, pero estoy tranquilo, pues he hecho todo lo que podía hacer por estar a tu lado, y por demostrarte lo importante que era estar a tu lado para mi.
Me encantas, incluso ahora, que escribo estas palabras, y te miro, dormida, me encantas. Te admiro, por todo lo que me has hecho sentir, por todo el amor que me has dispensado, porqué no hayas dejado que tu preocupación dejara marca en tu ceño fruncido, por darme cada día la mejor de tus sonrisas, aunque las ganas de llorar fueran más fuertes que las de sonreír.
En estos momentos podrían inundarme preguntas sobre lo que me espera ahora, cuando finalmente las pocas fuerzas que me quedan me abandonen... Y me vaya. No me preocupa, no puedo estar seguro que pasará ahora, que habrá fuera de este plano, realidad o lo que sea, que habito, contigo.
Pero se que tanto amor dispensado, por tu parte y por la mía, tantas caricias pausadas y tiernas, tantos besos llenos de pasión, tan profundos, tan intensos, se que esas miradas llenas de luz y asombro al ver los ojos del otro... Se que todo eso no ha sido en balde, que no quedará ni en el recuerdo ni en el olvido, que no caerá al vacío, ni se descarnará como mi cuerpo vacío de vida.
Estoy completamente seguro de que toda esa energía que movimos, que sentimos, que nos procesamos, ese amor tan puro, tan generoso, tiene que ir a algún lado, no tengo duda alguna, y tengo una intuición, una sensación de que yo iré a donde vayan esas cosas. Que me encontraré allí, que todo gesto y toda prueba de amor hecha... Me mantendrán vivo, de alguna manera, en algún sitio.
Hay veces que uno tiene una certeza, que está seguro de algo. Cuando te vi, supe que eras especial, no imaginaba como, no imaginaba cuanto, pero había algo en ti distinto, y nunca me hubiera imaginado que me enamoraría de ti... Parecía tan improbable, cuando entré en esa espiral que era estar contigo, no era capaz de analizar de pensar que estaba pasando, caía y caía, me metía en algo que no sabía lo que era, encontraba una realidad que nunca había vivido, pero en la que nunca, ni en lo bueno, ni en lo malo, tuve dudas. Hasta que finalmente pasó, sin saber cómo, me enamoré de ti, y en el momento que pasó, supe que era irremediable, que me era imposible saber de tu existencia y no amarla.
Y en ese momento tuve la certeza de que eras el amor de mi vida, de que esa historia no era una de tantas, ni algo definible o cuantificable, era algo que quería vivir, algo que no podía cambiar, sustituir o alterar, era algo que no me podía perder. En ese momento, pese a la dificultad, supe que serías la mujer de mi vida. Y en el fondo de mi ser, pese a lo que pasamos juntos... Nunca lo dude, me intenté engañar a mi mismo, pero no pude, era una verdad universal, en ese momento tuve esa certeza, estuve completamente seguro de ella, y no me equivoque. Y ahora te digo que tengo esta, y estoy seguro, de que no me equivoco, no hay amor más puro, y no me cabe dudas sobre eso.
Así que cuando estés triste, cuando me llores, no te lamentes, no te tortures, porqué a pesar del dolor, porque dolerá, debes tener por seguro, y no lo debes dudar ni por un momento... Que esto, ha servido para algo. Esto lo ha cambiado todo. A cambiado mi mundo, quiero pensar, que el tuyo también. Así que cuando duela, recuerda lo que tenemos, lo grande que es. Y llora, pero no te lamentes, nunca. Yo seguiré a tu lado, vivo, pero en otro estado, el amor que tú y yo tenemos no puede morir, va más allá del tiempo y de la muerte.
Tú y yo empezamos algo. Cada beso, cada caricia, cada palabra, cada mirada, cada carcajada, cada gemido. Cada cosa que compartimos lo reforzó. Empezamos algo muy grande, algo que lo ha cambiado todo, algo cuyas consecuencias no podemos adivinar, pero que seguro que serán buenas, que tendrán lugar después de que me haya ido, y después de que tu también lo hagas...

Así que tu corazón no se enfríe, que tu risa no desaparezca, es sólo dolor, la grandeza de nuestra creación tiene un precio, la grandeza siempre tiene un precio. Haya donde esté algo de mi, un pensamiento, un impulso, recordará tu ser, tu perfección, la magia que parecía envolverte. Cuando la herida te arda, y el dolor te abrume, sólo tendrás que recordar esto, que no es el fin, sólo un cambio. Que sigo contigo, que los besos que dejé en tu piel, nada los puede borrar, que nada puede borrarme de tu ser, de tu esencia, de tus recuerdos, porqué por eso atesoraste con amor esas suaves marcas. Allá donde esté te seguiré amando, lo que un día empezamos, me mantendrá vivo. Así que llora, chilla, tiembla, pero no te lamentes, jamás te lamentes, jamás te arrepientas de haberme dado lo que me diste, de haberme hecho tan grande con tu amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario